27 de mayo de 2010

DEL PLACER A LA OBSESIÓN


En una sociedad cada vez más influenciada por los perfiles de la belleza y por la oferta de alimentos funcionales, no es de extrañar que muchas personas acaben desarrollando una cierta obsesión por la comida.

Hoy en día cualquiera es susceptible de obsesionarse con la comida. El bombardeo de imágenes de cuerpos de modelos estereotipados, en los que la delgadez es sinónimo de éxito y felicidad, es un factor que determina que muchas personas quieran seguir estos patrones. En consecuencia, y para conseguirlo, es mucha la gente que intenta seguir todo tipo de dietas, que, en muchos casos, no son en absoluto saludables y alteran de sobremanera la forma de alimentarse. Por otro lado, en los últimos tiempos, la industria alimentaria ha generado la tendencia de lanzar al mercado productos funcionales, como la leche enriquecida con omega-3, los yogures con fitoesteroles o los cereales fortificados, entre muchos otros. Éstos se presentan como un alimento que debe cumplir una función específica para el organismo. Ahora bien, quizá por una mala interpretación de la finalidad de dichos alimentos, hay gente que los consume en exceso, llegando a restringir la ingesta de otros tipos de comida. Por ello, el estilo de vida de un ciudadano medio- que no come sólo para sobrevivir, sino que también lo hace, en gran medida, por placer- puede dar lugar a un mal uso de los alimentos. Esta alteración de la conducta, que, a priori, no parece demasiado perjudicial, puede desembocar en una obsesión con consecuencias realmente negativas para el organismo, la mente y el modo de vida habitual.CONTAR LAS CALORÍAS O CONSUMIR SÓLO PRODUCTOS DE CULTIVO ECOLÓGICO PUEDE DERIVAR EN UN TRASTORNO ALIMENTARIO
Señales de alarma

La obsesión por la comida no es un fenómeno que tenga lugar de la noche a la mañana, ni tampoco un hecho que afecte por igual a todas las personas. En realidad, hay personas más susceptibles que el resto a alternar la manera de pensar sobre la alimentación."En general las personas que se obsecionan por la comida coinciden en un perfil con rasgos obsesivos- compulsivos, generalmente perfeccionistas, con exigencias elevadas sobre sí mismas". Este tipo de personas, así como las de su entorno, deben tener especial cuidado ante la posible aparición de una conducta obsesiva. La manera de prevenir que esto ocurra es prestar atención a los síntomas o señales que aparecen ante este problema. En este sentido,"los signos que nos alertan de que la persona se obsesiona con la alimentación y nos puede ayudar a detectar el problema son la irritabilidad, los cambios brucos de carácter y de humor, una excesiva preocupación, ansiedad, pensamiento inflexible, dedicar mucho tiempo a pensar en la alimentación, padecer sentimientos de culpa al saltarse las propias normas dietéticas y comer algo prohibido, comer a escondidas y no disfrutar de la comida". Asimismo, la obsesión puede no caer únicamente en los alimentos que se consideran saludables; también pueden producirse restricciones en el consumo de aquellos que se consideran perjudiciales para la salud o que contienen demasiadas calorías. En estos casos se puede llegar a conciderar ciertos alimentos como tabúes e incluso suprimirlos completamente . Esta forma de actuar es peligrosa, ya que eliminando determinados alimentos o grupos de alimentos también pueden suprimirse algunos nutrientes y llevarse a cabo una alimentación desequilibrada y poco saludable. En esta materia, "sin ninguna duda, todo lo que se convierte en una prohibición o algo tabú no puede ser sano. Se puede reducir el consumo de algunos alimentos perjudiciales para la salud sin llegar al extremo de la prohibición".Dietas milagrosas.Un factor de riesgo influyente en la aparición de conductas obsesivas en el ámbito de la alimentación es la oferta de dietas de todo tipo. En muchos casos, se trata de dietas que no tienen en cuenta el impacto que pueden tener sobre la salud y que se basan exclusivamente en reducir peso, careciendo de fundamento científicos. La mayoría de veces se trata de dietas que no sólo venden una fórmula para adelgazar con rapidez sino que también infunden la necesidad y el deseo de seguirlas.
Cuando iniciamos una dieta concreta debemos hacerlo siempre con un objetivo muy claro y con la ayuda profecional necesaria. bajar esos kilos de más es un sacrificio y requiere voluntad por nuestra parte si queremos tener éxito. Se debe desconfiar siempre de las dietas milagro que prometen bajar de peso rápido, aquellas extravagantes, las de un solo alimento (ya que, por definición, están desequilibradas) y las que abusan de alimentos altamente calóricos en diferentes combinaciones. Debemos aprovechar siempre el inicio de una dieta para incorporar hábitos saludables que seamos capaces de mantener a posteriori, y ello nos ayudará a evitar el famoso efecto "yoyó".


CONSUMIR ALIMENTOS FUNCIONALES ES BUENO, SIEMPRE QUE NO MODIFIQUE NUESTROS HÁBITOS NUTRICIONALES

Alimentos funcionales

Del mismo modo, también es necesario prestar atención y tener cuidado con dietas que, no siendo perjudiciales, puedan inculcar malos hábitos que persistan al finalizarlas y generen desequilibrios nutricionales a largo plazo. En cuanto a los alimentos funcionales, "consumir este tipo de alimentos es una buena idea y nos ayuda a mantener una alimentación sana, aunque la mayoría de las veces el aporte extra sea muy limitado y , por tanto, su repercusión sea mínima". Así, el peligro potencial en este tipo de alimentos reside en que lleguen a sustituir otro tipo de comida , con los consecuentes efectos para el organismo.

No caer en el error

La obsesión por la comida es un mal que puede evitarse siendo consciente de la importancia de una buena alimentación y siguiendo ciertas directrices fundamentales. Tener, en general unos hábitos de vida saludables, vigilar el estrés, respetar los horarios de trabajo, tener momentos de ocio y relaciones sociales, incorporar el ejercicio físico en el día a día (aunque sea ir de compras caminando), cuidarnos y expresarnos a nivel emocional, permitirnos errores...son algunos de los consejos para no desarrollar una obsesión. Y debemos saber que " el exceso de control acaba generando descontrol".


Te expongo brevemente las proporciones ideales que tendríamos que tener en cuenta para mantener una buena dieta: "debemos imaginarnos un plato dividido en tres partes, el primero rico en hibratos de carbono básicamente arroz, pasta pan cereales...); el segundo, en proteínas de alto valor biológico (pescado, carne, ave, huevos...) y el tercero, debería consistir en una buena porción de ensalada y/o verduras frescas y otras de frutas".
En cuanto al aporte necesario de vitaminas y minerales diarios, se recomienda la ingesta de, como mínimo, cinco raciones diarias de frutas y verduras variadas.

Obsesionarse con la alimentación, restringir unos alimentos y abusar de otros es una conducta que puede pasar factura y acercarnos a cruzar la línea que separa la mera observación de lo que podría ser un trastorno alimentario.

8 de mayo de 2010

PERDER KILOS SIN PERDER NUTRIENTES



Con la nutriterapia, se puede. Se trata de eliminar peso dándole al cuerpo lo que necesita

Las reglas básicas son dos: por un lado, no dejar pasar más de dos o tres horas entre comidas, porque el organismo aprovecha el triple de lo que se toma y el deposito graso aumenta para tener reservas; por otro lado, elegir alimentos bajos en calorías.

¿Y QUÉ COMO?

-Desayuno: fruta, café natural o té con leche. Alternar dos tostadas integrales con aceite de oliva y tomate con cereales integrales.

-Media mañana: un yogur desnatado o una fruta, o los dos.

-Almuerzo: elige proteínas preparadas a la plancha, el micro, horno o parrilla, acompañadas de verduras (patatas no). Pescado, aves, carne roja (una vez a la semana) y legumbres (dos).

-Merienda: fruta, un yogur o un té sin azúcar con dos galletas integrales.

-Cena: dos o tres horas antes de dormir. Pescado, pechuga de pollo con verduras, huevos en tortilla o cocidos, con ensalada.

¡PROHIBIDO!

-Postres y embutidos.


- Bebidas alcohólicas.



-El arroz, una vez en semana en el almuerzo. La medida es una taza de té una vez cocido.

-La pasta, una vez por semana en el almuerzo.Toma sólo medio plato 100g.

-sopas y cremas, elabóralas con verduras verdes.

-Una copa de vino tinto, es buena en el almuerzo y otra en la cena, porque es antioxidante.

-Dos litros de agua al día.